Para todos aquellos que piensan en beberse una cerveza después de practicar deporte en este artículo os mostraremos distintas opiniones sobre los fines de rehidratación de esta bebida, así como su actuación sobre la fatiga vinculada con la práctica deportiva.
El efecto deshidratante del ejercicio, en especial en condiciones de calor, puede verse solventado con una adecuada reposición hídrica en los momentos peri-entrenamiento (antes, durante y después del mismo).
Abordando el momento post-entrenamiento, en especial en esos días festivos o de fin de semana, no resulta poco habitual la posibilidad de encontrar quienes quedan para tomar una caña bajo la hipótesis que intenta ser extendida a través de algunos medios de comunicación de que es una bebida rehidratante.
Índice
Rehidratación después de hacer deporte
Puestos a hablar de bebidas rehidratantes en relación al ejercicio, especialmente llamativo es que los medios se lancen a comparar la cerveza, tanto con alcohol como sin alcohol, con el agua. El agua no es precisamente la mejor opción rehidratante durante y después del ejercicio dada la posibilidad de hiponatremia por falta de reposición de los iones electrolíticos perdidos durante su realización.
Los principales hallazgos de los estudios que comparan cerveza y agua sí demuestran la ingesta puntual de una cantidad moderada de cerveza (hasta 660 ml) tras el entrenamiento parcialmente deshidratante no presenta efectos perjudiciales sobre la recuperación de la fatiga en hombres jóvenes, sanos y físicamente activos (en otros grupos de población no han sido particularmente medidos).
Es importante recalcar: PUNTUAL. Los protocolos llevados a cabo distan 3 semanas entre ellos y en días únicos; en otras palabras, de los 15-30 entrenamientos que una persona físicamente activa pueda realizar en un mes, sólo se demuestra efectos no perjudiciales cuando se toma “una cañita” post-entrenamiento 2 días separados 3 semanas.
¿Cuál es la bebida ideal post-entrenamiento?
Según las definiciones que ya hemos expuesto en otros artículos del blog, una bebida deportiva de rehidratación tendría las siguientes características generales:
- Buena palatabilidad
- Aporte de carbohidratos en disolución 6-8% (60-80 grs/L), de los que al menos el 75% serían de alto IG: ENERGÍA
- Aporte de sodio (10-25mmol/L) y potasio (3-5 mmol/L): HOMEOSTASIS ELECTROLÍTICA.
Con estas características, las bebidas de reposición hídrica contendrían una media de 175-200 kcal por ½ litro, lo que no concuerda con ninguna de las posibilidades que presenta la cerveza:
- Cerveza sin alcohol: 28 kcal/100 ml. No aporta suficiente energía.
- Cerveza con alcohol: 45 kcal/100 ml. Pero por encima de las kcal el problema es, lógicamente, el alcohol (3,5 – 5%), que no se encuentra dentro de las características propias de las bebidas rehidratantes.
Además, según podemos observar en las características generales, la relación sodio : potasio es de 4:1 (a favor del sodio, que es el ion más característico del sudor perdido durante el entrenamiento). En la cerveza, por el contrario, la relación es de 1:7 a favor del potasio.
Esto genera un desequilibrio que lleva a concluir que la cerveza como bebida de reposición hídrica después del esfuerzo/deporte no es una opción eficaz. Puntualmente, no refleja efectos negativos en la recuperación – en especial si es sin alcohol, con 525mg de sodio (1,34 g sal) añadido – , pero habitualmente sí perjudicaría en ella.
Conozcamos la cerveza a fondo
Partiendo de que la cerveza no es la bebida ideal tras un entrenamiento, competición o cualquier práctica deportiva, la cerveza sin alcohol aporta menos calorías que las cervezas tradicionales debido a la eliminación o reducción del alcohol. Un botellín de 250 ml de cerveza sin alcohol tiene unas 70 calorías, frente a las 115 calorías de las convencionales.
El 94% de la composición de la cerveza es agua, y tras un entrenamiento intenso reponer líquidos es vital para que el organismo recupere su equilibrio hídrico, pero además constituye una gran fuente de minerales (calcio, cloro, fósforo, yodo, magnesio, potasio, selenio y sodio) que favorecen el equilibrio electrolítico.
Además la cerveza también contiene carbohidratos provenientes de la malta.
La cerveza tiene un gran contenido en maltodextrosa lo que provoca que los niveles de glucosa se mantengan altos y atenúan las respuestas hormonales de estrés.
Aporte de la cerveza
La malta posee las vitaminas que se encuentran en la cebada, especialmente las vitamina A, D y E y vitaminas del grupo B. En este complejo vitamínico B se encuentran la rivoflavina, niacina, tiamina, biotina, las cuales son imprescindibles para el buen funcionamiento del sistema nervioso y mejorar los vasos capilares evitando obstrucciones.
Contiene lúpulo que incluye importantes propiedades diuréticas y digestivas. Además, la planta del lúpulo posee propiedades afrodisíacas, estimulantes del apetito y sedantes.
La cerveza no es un alimento muy rico en proteínas, sin embargo tiene todos los aminoácidos esenciales y muchos de los no esenciales que proceden de la malta utilizada. Por ello, se recomienda cubrir esta carencia acompañando la cerveza con alimentos ricos en proteínas.
También incluye polifenoles, antioxidantes naturales, participan en la protección contra enfermedades cardiovasculares y en la reducción de los fenómenos oxidativos, responsables del envejecimiento del organismo.
Conclusión
Reconociendo el aporte que la cerveza puede realizar en vitaminas y minerales (entre otros nutrientes), la presencia del alcohol le hace convertirse en una bebida no recomendable para su toma tras la realización de deporte, sea a nivel competitivo o de entrenamiento. Existen una gran cantidad de bebidas post-entrenamiento que aportarán más contribuciones para la rehidratación, así como la recuperación muscular.
No podemos buscar la hidratación después de hacer deporte en una bebida que cuenta con alcohol entre sus ingredientes, ya que precisamente el alcohol lo que favorece es nuestra deshidratación.
El alcohol inhibe la producción de la hormona antidiurética, que se encarga en nuestro organismo de ordenar a los riñones que conserven el agua. Por lo tanto, si existen bajos niveles, los riñones aumentarán la producción de orina y con ello aumentará nuestra deshidratación.
Fuentes Bibliográficas
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- Jiménez-Pavón, D., Cervantes-Borunda, M. S., Díaz, L. E., Marcos, A., & Castillo, M. J. (2015). Effects of a moderate intake of beer on markers of hydration after exercise in the heat: a crossover study. Journal of the International Society of Sports Nutrition, 12:26.
- Sawka, M. N., Burke, L. M., Eichner, E. R., Maughan, R. J., Montain, S. J., & Stachenfeld, N. S. (2007). American College of Sports Medicine position stand. Exercise and fluid replacement. Medicine and science in sports and exercise,39(2), 377-390.
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