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De la vitamina D, esa gran aliada para tus huesos, puede decirse muchas cosas menos que sea típica, ya que la principal forma de recibirla es mediante la exposición de tu piel a los rayos del Sol (rayos UV). ¿Cómo reconocer la falta de vitamina D? Conoce los síntomas y soluciones.
Elemento que se activa cuando tu cuerpo lo necesita, existen también otras formas de asegurarte la recepción de las cantidades recomendadas (click aquí), como son es la vía de los alimentos y la suplementación. Recuerda que “no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista”, por lo que vamos a enseñarte a identificar la falta de vitamina D, un mal demasiado extendido que te interesa mantener a raya.
Índice
Un déficit que avanza silenciosamente
¿Sabías que hasta el 90% de la vitamina D se genera a través del Sol? Un dato impresionante que deja un corto margen de tan solo entre un 5 y un 10% a la vitamina D necesaria que se absorbe por el cuerpo vía alimentación, sobre todo a través del consumo regular de pescado azul, mantequilla, yema de huevo, queso y leche.
Delicias culinarias todas ellas a las que puedes poner el colofón con unos suplementos que te aseguren la ingesta diaria recomendada de una vitamina imprescindible y es que, en nuestro ánimo no está alarmarte pero las cifras cantan.
¿Por qué se produce falta Vitamina D?
Si hubiera un ranking de causas de falta de vitamina D, los peldaños más altos estarían ocupados por la forma de vida y el hábitat concreto.
Todas las causas convergen en una razón sobre la que existe unanimidad: no absorber la cantidad adecuada de Sol durante los meses de invierno.
Un problema que se hace especialmente latente en todos aquellos que viven por encima de la latitud 42º (al norte de Roma). ¿La razón? En estas zonas el Sol, durante los meses de octubre a marzo es demasiado bajo y no cuenta con el espectro de radiación de los UVB suficiente para que traspase la piel.
¿Consideras que caminar 20 minutos al día en inverno es suficiente para asegurarte un óptimo aporte de vitamina D? Sentimos decirte que la intención es buena, pero va a hacerte falta algo más. Piensa que la contaminación ambiental de las ciudades impide que los rayos UV llegan a tu dermis.
Pero, ¿qué pasa con las reservas de vitamina D que adquieres durante el verano? Pues que sencillamente empiezan a caer en picado una vez el termómetro comienza a descender, de modo que en el corto período de unos dos meses se ven reducidas a la mitad.
¿El resultado? Tus probabilidades de padecer un resfriado aumentan en la misma proporción que tu estado de ánimo desciende. ¿Aceptas una sugerencia? Siempre que puedas, opta por tomarte un par de semanas de vacaciones en invierno. Te vendrán genial para reponer las reservas de vitamina D de tu cuerpo.
¡Vamos ya con las principales causas de déficit de vitamina D!
- Falta de exposición a los rayos solares durante los meses de verano
- Excesivo encierro por cuestiones de trabajo
- Demasiado uso del protector solar, que bloquea la producción de vitamina D en la dermis
- Insuficiencia de vitamina D en la alimentación
- Consumo de alcohol o medicamentos
- Sobrepeso
- Edad avanzada
- Obligación de permanecer postrado en cama
- Padecimiento de un discapacidad
- Posesión de una piel oscura, con más melanina, que impide penetrar a los rayos solares
¿Cómo prevenir la falta de vitamina D?
Principalmente a través de 3 vías, como ya hemos dejado apuntado:
- Tomar baños de Sol será la mejor manera de que tu cuerpo sintetice la vitamina D. Obviamente, todo tiene un límite y nos estamos refiriendo a una exposición controlada
- Los alimentos ricos en vitamina D te echarán un cable a la hora de regular sus niveles. Si te gustan los pescados como la caballa, el salmón o los arenques estás de suerte. Recurre igualmente a leche y productos lácteos, huevos y alimentos fortificados y estarás llenando una cesta de la compra de lo más saludable
- Suplementos de vitamina D. Conviértelos en tus grandes aliados y combina la suplementación de esta fundamental vitamina con la de calcio
¿Quiénes pueden sufrir esta carencia?
Todos y cada uno de nosotros somos candidatos a sufrir un déficit de vitamina D. No obstante, existen personas que corren un especial riesgo. Ponte a manos a la obra para paliar un posible déficit de este imprescindible de tu dieta si:
- Vives al norte del paralelo 42
- Resides en una gran ciudad, en cualquier latitud
- Usas habitualmente protector solar (con factor 8 o superior)
- Pasas mucho tiempo en interiores por razones de trabajo, enfermedad crónica, discapacidad, etc.
- Desempeñas un trabajo nocturno
- Sigues una dieta vegana o vegetariana
- Padeces sobrepeso
- Abusas del alcohol
- Tienes una piel oscura
- Tomas ingente medicación
- Estás embarazada
Síntomas de falta de Vitamina D
¡Sigue las señales! Como si de una especie de “Ikea” se tratara, tu cuerpo coloca flechas que en muchas ocasiones apuntan hacia un destino sospechado: la falta de vitamina C.
Pon freno cuanto antes a una carencia que, de no ser atendida y prolongarse a lo largo del tiempo, podría dar pie a consecuencias graves.
¡Coge papel y lápiz para apuntar los primeros síntomas!
- Cansancio y fatiga
- Pesimismo y tendencia a la depresión
- Languidez
- Leve excitabilidad
- Apetencia de comer dulce
- Insomnio
- Miopía
- Debilidad muscular
- Caries y gingivitis
- Nerviosismo
Posteriormente, los síntomas avanzan y ya estaríamos hablando de:
- Raquitismo en niños
- Osteoporosis o huesos frágiles
- Osteomalacia o ablandamiento de huesos
- Dolor musculo-esquelético
- Susceptibilidad a las alergias
- Infecciones de las vías respiratorias
- Dolor orgánico
En última instancia, si la falta de vitamina D en sangre persiste, podría causar los siguientes síntomas:
- Enfermedades autoinmunes
- Fracturas óseas
- Cambios de personalidad
- Reuma y trastornos degenerativos
- Reacciones de intolerancia a alimentos y objetos de la vida diaria
- Fallos en el funcionamiento del organismo
- Todos estos síntomas son susceptibles de aliviarse con el tratamiento adecuado.
Recientes estudios sugieren que el déficit de vitamina D estaría asociado con el desarrollo de:
- Enfermedades cardiovasculares
- Arteriosclerosis
- Fibromialgia
- Psoriasis
- Alzheimer
- Debilidad muscular
- Síndrome Pre-menstrual
- Dolor de espalda y huesos
- Cáncer
- Hipertensión
- Diabetes de tipo I
- Esclerosis múltiple
- Artritis reumatoide
Cabe aclarar que estas enfermedades pueden estar causadas por otras muchas causas, aparte de por la de deficiencia de vitamina D. Eso sí, los investigadores creen que la falta de tan determinante nutriente es un factor decisivo que contribuye a su desarrollo y que una ingesta adecuada de esta vitamina reduce el riesgo de padecer una de estas patologías.
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